sábado, 27 de septiembre de 2014

Tres años después.

¿Cómo expresar algo que se lleva tan adentro? ¿Cómo encontrar las palabras adecuadas para describir este sentimiento tan extraño sin que suene mediocre?
Dicen por ahí que el tiempo lo cura todo, que solo se trata de aguantar con perseverancia y aprender a convivir con la realidad, pero han pasado tres años y ninguna de mis heridas han cicatrizado.
Quizás no hablo mucho de ti, quizás casi ni pronuncio tu nombre, quizás no hablo de tus tristes ojos o de tu hermosa sonrisa, quizás casi ni tuvimos relación pero todo ello no significa que no me duele, que no me duela no haber tenido la oportunidad de despedirme.
Yo sé que todavía sigues aquí, que nunca te has ido, estas en las lágrimas que derramamos cuando pensamos en ti, estas en las palabras cuando hablamos de ti, estas al lado de tu hijo, estas al lado de todo aquel que te recuerde, estas en las flores, estas en el viento. Simplemente estas.
Es injusto, es injusto que te hayan arrebatado la vida de esta manera, es injusto que no te hayan dejado quedarte más tiempo. Este mundo esta mal, cada día nos acercamos más y más al final.
Algo va mal cuando a la mínima pueden pegarte un tiro sin motivo aparente.
Algo va mal cuando tenemos miedo de salir a la calle porque nuestra vida depende de ello.
Algo va mal cuando no podemos sentirnos seguros ni en nuestra propia casa.
Algo va mal cuando no podemos expresarnos libremente sin que seamos juzgados o sin que nuestros minutos en este mundo estén contados por hacerlo.
Pero en fin, hay tantas cosas que están mal y que preferimos ignorar.
Te llevo en mi mente desesperadamente y la muerte no existe, la gente solo muere cuando la olvidan; si puedes recordarme siempre estaré contigo.
Llegará el día en que todos nos encontremos al otro lado, llegará el día en que nuestras miradas se vuelvan a encontrar, llegará el día en que volvamos a estar juntos, y seremos felices, y no habrán ni lágrimas ni sufrimientos, no habrá dolor ni desgracias, no lo habrá porque será un mundo nuevo, donde las penas no existen y se puede sonreír siempre.
Si, algún día todo esto pasará, porque la única cosa segura que tengo en mi vida es que mis días en este ordinario planeta están contados, los míos y los de todos, solo tienes que esperarme, solo espéranos.
Keko.

Collie.

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