martes, 23 de septiembre de 2014

Insomnio.

Una vuelta más.
Ya van diez.
Podría intentar dormir... pero claro, es más fácil hacerme daño pensando en cosas que no debería.
No lo entiendo, cada día voy más en decadencia.
Doy la vuelta a la almohada, intento ahogar cada recuerdo que pasa por mi cabeza en ella.
A quién quiero engañar, no he cambiado, no he mejorado, sigo siendo la misma niña inestable de siempre.
Pienso en todo, pienso en lo que pasó hoy, en lo de ayer, en el otro mes, pienso en hace tres años.
Con cada minuto que desperdicio intentando encontrar algún sentido a mi insignificante existencia, podría estar soñando con ese mundo ideal que tanto anhelo, pero ya ni durmiendo puedo encontrar paz, mis noches son una pesadilla.
Silencio.
Otra vuelta.
De repente se oye un chillido atenazado que sale desde el fondo de mi pecho, me sorprendo, no lo esperaba, ¿y esta vez qué fue? ¿Otro pedazo de mi frágil corazón se desgarro? ¿Otra maldita apuñalada por la espalda?
Rompo a llorar.
No, no es nada de eso, me siento sola y duele, estoy sola y es triste.
Y quiero que todo esto pare, quiero dejar de sentirme así. Quiero dejar de culparme cada noche, quiero dejar de sentir remordimientos, quiero dejar de odiarme, de equivocarme, de ser tan estúpida. Quiero quererme, quiero que alguien me quiera.
Otra vuelta.
Me calmo, mañana la misma rutina, mañana continua mi monótona vida.
Otro día sin nadie a mi lado, otro día perdido, otro día sin vivir.
Otro día ahogada en la misma tristeza, otro día sin nadie a quien abrazar.
Preparo la máscara que llevaré, ¿ sonriente y adorable? ¿Feliz y amable? ¿Atenta y educada?
Mierda, soy un desastre.
Otra noche sin dormir...

Qué me importa que madrugada es hoy, es triste, como siempre.
Collie.

No hay comentarios:

Publicar un comentario