martes, 13 de junio de 2017

Libertad.

Escuecen en la piel las espesas olas del océano que con su palpito dudoso vienen y van.
Cada movimiento de la marea trae consigo un arsenal de recuerdos que se clavan hondo en las profundidades del mar intenso, allá donde solamente las almas perdidas y meditabundas logran adentrarse.

''Me volví loco cuando con sus manos clavó en mi espalda las espinas de cada rosa que le sembré''.

''Por cada luna, un nuevo verso de mi interior nacía, 206 poemarios y un juramento sin fecha de caducidad le ofrecí''.

''Ahora me ahogo en estas angustiosas aguas ausentes de calor, sigo sin recordar quién soy, a dónde voy, si moriré o lograré escapar''.

''Me encuentro condenado y atado, el peso de la consciencia es más fuerte que cualquier canto de sirena''.

''No importa cuántas veces de dolor me retuerza, nadie podrá devolverme el tiempo perdido, ni siquiera tenerte a mi lado de nuevo''.

Nace de la inmensidad del abismo un furor que se extiende por toda la infinidad del océano, y aunque ya no retumba con la misma intensidad de antes, su acometedor ajetreo torna cada imagen olvidada.

''Su recuerdo me atormenta noche a noche, si por lo menos supiera quién eres y qué hiciste conmigo. Algo muere dentro de mi cada vez que respiro''.

''Al fin, este será el final de mi prolongado naufragio.  No existe mayor tormento para un hombre que no recordar ni tan siquiera el rostro de aquello que lo hizo temblar de placer.
En mis manos, se hallan escritos con tinta perenne aquel nombre y dirección que en su búsqueda un nuevo camino emprenderé:


Esta mujer se hace llamar libertad y hasta el fin del mundo la seguiré''.








Trece de junio del diecisiete.
03:58 a.m.
Collie.

1 comentario:

  1. Eres grandiosa!!!. Que nada, ni nadie pueda contigo.
    Persigue tus sueños, que al final los lograrás.

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